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Escuche su cuerpo

27 abril, 2022

En un mundo cada vez más conectado a las redes, el ser humano nunca ha estado tan desconectado de su propio cuerpo, de sus propias necesidades.

Los gimnasios están llenos de gente, pero ¿realmente sabemos por qué nos estamos quedando sin aliento en estas incesantes cintas de correr? ¿Es realmente para nuestro bienestar o para publicar una foto de nuestro cuerpo atlético en Instagram?

El cuerpo es un fiel mensajero de nuestras necesidades, que tendemos a silenciar en favor de las notificaciones que nuestro teléfono “inteligente” nos envía continuamente. Es entonces cuando nuestra mente toma un lugar importante en su vida diaria y nos impide escuchar lo que está pasando en nuestro corazón de corazones. ¿Listo para desconectar para volver a conectar mejor?

Vuelve a conectar... contigo mismo

Las reacciones físicas de nuestro cuerpo a veces son fáciles de entender: bostezo cuando tengo sueño, se me revuelve el estómago cuando tengo hambre, se me pone la piel de gallina cuando tengo frío, etc. Otras señales son mucho más sutiles e igual de importantes de detectar para una (re)conexión... con uno mismo. ¿Cómo reacciona, por ejemplo, ante un dolor de cabeza, tensión en la parte superior de la espalda o dolor en la rodilla? ¿Te preguntas por qué sientes molestias físicas o prefieres tomar medicamentos para calmar las molestias? Las dos opciones no son incompatibles, y en ocasiones son igual de necesarias. Lo principal es pensar por un momento en el probable motivo de estos mensajes que envía nuestro cuerpo. Porque sí, nuestro cuerpo nos habla cuando lo necesita. Y sí, tenemos la inteligencia (mucho más que nuestro teléfono) para detectar y comprender estas alertas. Por ejemplo, el cuerpo puede tratar de hacernos entender que una situación no puede durar más, que una persona que nos rodea ejerce una mala influencia sobre nosotros, que tal o cual decisión puede no ser la adecuada. . Nuestro cuerpo también nos habla en situaciones más positivas, cuando todo va bien. Se siente alegría y felicidad. Entonces el cuerpo se calma, los rasgos faciales se relajan, los músculos descansan.

Silencio alrededor para escuchar el ruido dentro

Para restablecer y mantener la conexión con tu vocecita interior, es fundamental silenciar la cacofonía ambiental y quedarte en silencio al menos durante unos instantes: apaga las notificaciones del móvil y avisa si es necesario de su indisponibilidad durante los próximos minutos. (u horas...). Si el silencio te resulta pesado, no dudes en poner música de fondo relajante, te ayudará a reenfocarte. Y si surge la oportunidad, aprovecha un momento para escaparte a la naturaleza, al campo o al bosque. Una actividad tranquila como el yoga o la meditación también es una excelente manera de concentrarte en el momento presente y silenciar la mente para concentrarte en la canción interior que te guiará hacia lo que es bueno para ti.

Sea más eficiente y más cómodo

Si tu mente juega sola y te impide escuchar los mensajes de tu cuerpo, seguramente estás en un estado de fatiga, incomprensión, incluso estrés. Puede sentirse menos productivo, menos eficiente. Este proceso de reconexión contigo mismo te permitirá recuperar tu eficiencia y motivación en las tareas cotidianas. ¡Esto también es posible durante sus horas de trabajo! Si estás trabajando desde casa, por ejemplo, puedes trabajar mientras quemas calorías y darle a tu cuerpo un momento de escape en una de nuestras bicicletas de oficina.

Escuchar a tu cuerpo también significa ofrecerle un cierto confort. Si se siente cansado, adolorido, mal asentado, probablemente haya posibles mejoras en sus espacios de vida y de trabajo. Nuestro cuerpo, antes acostumbrado a estar al aire libre, ha tenido que acostumbrarse a estilos de vida mucho más hogareños y, en ocasiones, se ve obligado a permanecer sentado durante horas y horas. Recuerde tomar descansos regulares para estirarse y respirar aire fresco. Para trabajar cómodamente, no dude en invertir en una silla de oficina ergonómica y alternar sus posiciones, a veces trabajando de pie sobre una de nuestras alfombrillas antifatiga. Tu cuerpo te lo agradecerá.

Encuentra el equilibrio

Sentirnos conectados con nuestro cuerpo, con nosotros mismos, nos permite encontrar cierta serenidad, conocer nuestras necesidades, encontrar el equilibrio escuchando nuestra voz interior mucho más que el alboroto exterior. ¿Quién mejor que tú puede conocer tus deseos y tus necesidades? Confiar en ti mismo. En una sociedad donde todo pasa cada vez más rápido, donde todo es efímero, es fundamental escucharse a uno mismo para no perder el equilibrio, fundamental mantener el equilibrio para sentirse libre.

Tenga la seguridad de que, obviamente, es posible mantenerse conectado a las redes y a su propio cuerpo al mismo tiempo. ¡Se trata de equilibrio, de encontrar tu propio equilibrio!