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Qué es el síndrome de Procusto y cómo lidiar con él en tu trabajo

14 abril, 2023

¿Has escuchado alguna vez hablar del síndrome de Procusto? Esta patología puede estar detrás de un ambiente laboral dañino, de ahí que identificarlo sea clave para saber cómo lidiar con él cuanto antes. En el artículo de hoy, te contamos en qué consiste el síndrome de Procusto y por qué es negativo en un contexto laboral.

De acuerdo con la mitología griega, Procusto era un personaje que llamaba la atención por su actitud amable y afectuosa hacia los viajeros. Siempre se mostraba agradable con ellos, tanto que les ofrecía su casa como alojamiento en el caso de que la necesitaran. Sin embargo, bajo esa apariencia benévola se escondía un comportamiento algo siniestro. Por las noches, se acercaba a la cama en la que descansaban los visitantes y comprobaba si encajaban en ella. De lo contrario, recurría a las prácticas más sádicas: les cortaba la cabeza, pies o extremidades hasta que se ajustaban al lecho a la perfección.

En qué consiste el síndrome de Procusto

Las personas que padecen síndrome de Procusto rechazan todo aquello que parece que destaca o sobresale. Son amigas de “cortar por lo sano” en el sentido figurado del término, es decir, que tienden a rebelarse contra quienes se salen fuera de lo normal. Por supuesto, quienes sufren el síndrome de Procusto proyectan malestar en las personas que los rodean, haciendo que el ambiente sea irrespirable. No en vano, son enemigos de los avances y del progreso, por lo que tienden a poner la zancadilla a aquellos que sí pretenden caminar hacia adelante.

El síndrome de Procusto puede aparecer en cualquier ambiente o entorno, incluso en un contexto laboral. En este entorno, puede suceder que tengas algún compañero con esta patología que termine por intoxicar el ambiente. ¿Cuáles son los rasgos de una persona que padece este síndrome?

  • No tienen empatía
  • Son competitivos al máximo
  • Se sienten amenazados ante el éxito de otro
  • Son envidiosos y se concentran en desprestigiar a aquellos que destacan o tienen éxito
  • Se esfuerzan por sumar apoyos y así repeler a quienes consideran competidores
  • Las decisiones que toman son radicales

Cómo afecta el síndrome de Procusto al ambiente laboral

El primer afectado por esta patología psicológica es precisamente quien la sufre. Estos trabajadores viven con miedo del éxito de los demás y se sienten amenazados. Por ello, no pararán hasta conseguir desprestigiarlos. Por supuesto, esto se traduce en un enorme sufrimiento para ellos y malestar al ver que otros profesionales les comen terreno. Obviamente comportamientos de este tipo también tienen consecuencias para el resto de los empleados.

En primer lugar, los empleados con síndrome de Procusto generan una mala atmósfera, pues se sienten las tensiones entre compañeros. Asimismo, son personas que impiden que haya progreso, pues continuamente ponen la zancadilla, lo que significa que los avances en el entorno empresarial llegan más lentos. En el caso de que lleguen a ser líderes de equipos, no ejercen este liderazgo de manera sana, pues evitan que haya cambios positivos. Incluso su nivel de exigencia podría no tener límites, aun sabiendo que están pidiendo imposibles.

Pero hay mucho más, pues los trabajadores con síndrome de Procusto se dejan llevar por sus prejuicios e, incluso, aplican demasiada subjetividad a los informes de modo que se adecuen a su punto de vista. Esta patología puede ocasionar que humillen a compañeros cuyas opiniones son diferentes.

Qué hacer ante un empleado con síndrome de Procusto

Una empresa es un ente heterogéneo, por lo que no es de extrañar que haya algún empleado con síndrome de Procusto. Lo primero es identificar que efectivamente tiene esta patología. Entonces, será más fácil actuar. He aquí algunas recomendaciones para lidiar con empleados que intoxican y crean mal ambiente en la empresa.

  • Tener este tipo de trabajadores en la compañía puede hacer que el verdadero talento acabe marchándose. Por ello, el primer consejo que podemos ofrecer es filtrar al máximo durante el proceso de selección de personal con el fin de evitar que estas personas consigan un puesto en la organización.
  • Si eres jefe, es importante que establezcas límites a sus actitudes y, por supuesto, que le des un toque de atención si consideras que se está extralimitando.
  • Por supuesto, hay que impedir que estos trabajadores alcancen puestos de liderazgo, pues su forma de trabajar no es la más sana ni mejor para la empresa.
  • En casos extremos, puede que no haya otra solución que despedir a este empleado, pues él podría ser responsable de una fuga de talentos en la compañía.

El síndrome de Procusto podría estar campando a sus anchas en tu empresa. Es vital reconocer sus características para saber cómo proceder, tanto si eres su jefe como un compañero.